El día que el personal de Canarias Masterclass realizó una charla en mi instituto sobre este increíble proyecto, se me presentó una oportunidad, la cual sin lugar a dudas aproveché, para poder acercarme a mi profesión deseada. En un principio, no tenía expectativa alguna de ser una de las ganadoras, pero a medida que fui superando las diferentes fases, me emocionaba al pensar de que podría experimentar un día como enfermera. Cuando finalmente me convertí en una de las 50 personas seleccionadas no me lo podía creer.
Al entrar en Hospiten, Sonia, mi mentora, me recibió con una cálida sonrisa y aunque estaba muy nerviosa, logró que me sintiera cómoda en esta emocionante experiencia. Primero, me vestí para sentirme una auténtica enfermera para luego comenzar a enseñarme los distintos lugares del hospital. Mi primera parada fue planta,  donde conocí a Andrea, una enfermera de la cual aprendí mucho, pues me enseñó cómo organizaban para cuidar a los pacientes que se encontraban en las habitaciones. Asimismo, pude ayudar a realizar curas e incluso preparar algunas medicaciones. El siguiente lugar al que me llevó Sonia fue a urgencias y, a pesar de que estuve poco tiempo, me di cuenta de lo estresante que era trabajar en esta zona, por lo que se convirtió en el lugar que menos me agradó.

A diferencia de urgencias, el quirófano fue una de mis partes favoritas de este día, ya que tuve la oportunidad de ver una cirugía de extirpación de vesícula. Me impresionó la precisión con la que los
cirujanos trabajaron, los utensilios para extirpar la vesícula y la pequeña cicatriz que queda tras la intervención. Además, una de las enfermeras me dio consejos y me motivó para sentir mayor seguridad en la carrera, lo cual reafirmó mi pasión por la enfermería. Al finalizar de la operación, Sonia me llevó hasta la UVI, otro de los lugares que más me gustó y en donde hacía mucho frío. En este lugar, las enfermeras me mostraron el trabajo que se realiza, así como las situaciones de los pacientes que se encontraban en ese momento y el funcionamiento de algunos aparatos. También pude aprender sobre una enfermedad autoinmune que desconocía, el Síndrome de Miller Fisher. Por otra parte, también pude aprender de los enfermeros en prácticas sobre la carrera, sus experiencias y las razones por la que eligieron la enfermería, lo cual calmó un poco mis ansiedades sobre la carrera en sí.

Casi terminada esta jornada, Sonia me mostró el almacén donde se guarda todo lo necesario para el tratamiento de los pacientes y también pude ver la pequeña “farmacia” donde se sitúa toda la medicación. Para terminar, acabé esta experiencia en planta nuevamente, en donde las enfermeras me mostraron cómo se realiza una limpieza de reservorio.
Siendo sincera, a pesar de que estuve en Hospiten 8 horas, se me hicieron muy cortas. Sin embargo, esto provocó que sintiera mucha más ambición para ser una verdadera enfermera. El trato con los pacientes, la dedicación y el trabajo en equipo hacen que el personal de enfermería del hospital se convierta en una pequeña familia y que, aunque existen distintas especialidades, todos comparten el mismo objetivo, lograr el bienestar del paciente.

En definitiva, quiero agradecer a todo el equipo de Canarias Masterclass por permitirme disfrutar este maravilloso proyecto, por pensar en las preocupaciones de los preuniversitarios sobre su futuro y por convencerme totalmente de que quiero dedicarme a la enfermería a toda costa. Además, también quiero agradecer a mi mentora por asegurarse de que estuviera cómoda en cada minuto de esta jornada, por hacer que me enamore aún más de esta bella profesión y, por supuesto, por su cariño y dedicación.