El pasado 10 de junio tuve la oportunidad de disfrutar de un día como médico en el Hospiten Roca. A mi llegada, y como ya sabía, mi mentor no estaba presente, por ello, tuve la oportunidad de conocer otras especialidades. En primer lugar, estuve en pediatría con el doctor Hilario Sosa, pediatra, y su compañera, ambos me dieron una calurosa bienvenida y una bata haciéndome parecer un auténtico doctor. Estuve pasando consulta con ellos una parte de la mañana. El área de oftalmología estaba cerca y me animaron a ver otra especialidad, la doctora Romina Zanetti, oftalmóloga, fue muy amable y me enseñó las diferentes partes del ojo, me dio útiles consejos, recomendaciones para la carrera y estuvimos pasando consulta. Posteriormente, fui con mi mentor, el doctor Carlos Culebras, cardiólogo, me enseñó el hospital,  haciendo un recorrido por las distintas secciones básicas y explicándome su importancia. Además, me mostró algunas ecografías y me explicó algunos aspectos de la carrera de medicina y las especialidades. Sin consultas programadas para la mañana, el doctor me llevó a urgencias, donde conocí a la doctora Irina Castro, quien me recibió muy amablemente. En urgencias aprendí sobre la elaboración de informes médicos, análisis de sangre y diagnóstico mediante el descarte de otras afecciones. La doctora me involucró en varios casos, explicándome el motivo de solicitar determinadas pruebas y enseñándome a interpretar los resultados.
En un momento, una urgencia pediátrica llamó nuestra atención. La doctora me llevó urgentemente a la zona de urgencias pediátricas, donde pude ver todo el procedimiento de acción en casos más graves y urgentes que los visto hasta ese momento. Fue interesante ver cómo, al ser un hospital del sur, atendían a muchos turistas. Tenían traductores explicando las diferentes situaciones a los pacientes, lo cual me pareció muy curioso. Finalmente, por la tarde, asistí junto a mi mentor a una ergometría, y tras la prueba, pude ver varios electrocardiogramas. Tras esta experiencia tuve una larga reflexión motivada por mi mentor sobre las experiencias vividas y mi futuro.

En conclusión, esta experiencia fue increíblemente enriquecedora y me sirvió mucho para aclarar mis ideas sobre mi futuro en la medicina. Conocí a grandes profesionales, desde pediatras hasta oftalmólogos, y cada uno de ellos me enseñó algo valioso. Además, disfruté cada momento, desde la atención de urgencias hasta la elaboración de informes médicos. Esta práctica me confirmó que la medicina es realmente lo que quiero hacer, y me dejó con ganas de seguir aprendiendo y creciendo en este apasionante campo.