Puede resultar complicado imaginarse cómo es el día a día de una persona que ejerce un trabajo tan inusual, pero me alegra poder afirmar que supera con creces mis expectativas, porque si bien los procesos que se llevan a cabo, tanto para recopilar, procesar, emplear para
investigación y publicar las conclusiones son complejos, también son extremadamente gratificantes.
Me ha ayudado a comprender que es un área basada en el trabajo en equipo, donde en todos los casos que vi se daba un muy buen ambiente laboral, y donde colaboran personas tan variopintas como lo son sus puestos: magníficas ingenieras que se encargan de perfeccionar instrumentos usando instrumentación que parece salida del Área 51, como láseres enormes, o astrofísicos, como mi mentor, que trabajan arduamente para solventar problemas que podrían resultarnos de lo más insignificantes (como las discrepancias en la abundancia de hidrógeno dos veces ionizado en galaxias planetarias, que puede dejar de sonar como español), pero que esconden los secretos del universo.


Puedo decir con certeza que me he sentido como en casa, y he confirmado por completo que es mi mayor deseo en la vida contribuir a la ciencia como investigadora: he sido testigo de cómo se manejan telescopios telemáticamente, tenido la oportunidad de sacar conclusiones
(muy limitadas por mis conocimientos) a partir de datos “procesados” por mí misma a mano y he visto con mis propios ojos cómo es el proceso de publicar, e incluso rebatir artículos, entre otras cosas. Además, si bien la mujer no constituye una mayoría en el área de la
investigación en astrofísica, se da una situación mucho más equilibrada de la esperada, que ha contribuido a mi sentimiento de pertenencia y a confirmar que la aparente locura de algunos científicos (que yo calificaría de la más absoluta genialidad y pasión por su trabajo), es algo con lo que puedo sentirme identificada.
Mi experiencia en el IAC ha sido cuanto menos memorable, me ha ayudado no sólo a confirmar, si no a incentivar mi vocación respecto a volverme investigadora en astrofísica. He sentido que cada detalle de este puesto estaba amoldado a mi persona, y no soy capaz de
imaginarme en ningún otro ámbito.
Me gustaría agradecer esta experiencia a Canarias Masterclass y sus organizadores, además del al IAC, en especial a mi mentor Jorge García Rojas, que me ha contagiado la pasión que siente por su trabajo.