Cuando me enteré del proyecto no dude en apuntarme, y con certeza no me imaginé que acabaría superando las 4 fases. Ser una de las elegidas entre más de 2.000 candidatos me ha dado la oportunidad de poder estar presente en una jornada laboral con niños desde los 4 meses hasta los 6 años, y por supuesto con una gran profesional como es Judith. Al principio, pensé que sería una locura pero yo tenía claro que tengo y tendré siempre esa vocación con los niños.
Para comenzar el día, Judith actuó como guía y me enseñó las distintas aulas, los parques y las zonas de descanso del colegio. Con sinceridad nunca imaginé que sería tan grande. Fue inaudito estar allí, pasear por un lugar donde en un futuro pasaría horas y horas. Después de estar un rato hablando y visitando a las diferentes clases, nos dirigimos a una en concreto, en este caso de 5 años. Comenzamos el día haciendo actividades auditivas para desarrollar el estímulo como la lecto-escritura e incorporando el inglés (que es fundamental), la visual y sensorial a través del neuromotor para promover la iniciativa y la autonomía… Además, el centro contaba con numerosos espacios para jugar lo que le brindaba al niño la facilidad de relacionarse y aprender. Sin embargo, destaco un juego que me llamó la atención denominado “el barco” en el que Judith era la capitana y los niños los tripulantes. Ella logró captar la atención sobre ellos (que es muy difícil) fomentando la utilización del aprendizaje y las matemáticas.
Casi terminando la jornada, hicimos uso de la tecnología para hacer un recorrido por París y adivinar letras del abecedario con una canción. Para finalizar, pusimos en marcha los llamados “Rincones”, en ellos los niños se agrupaban en grupos y llevaban a cabo diferentes juegos como rellenar un cuaderno o pintar su propia bolsa creada por ellos.
¡Y el día se acabó! Cuando me di cuenta ya había transcurrido la jornada. Dicho esto, poder haber vivido esta experiencia junto a Judith fue un auténtico placer, es una gran profesional y maravillosa persona, ¡aprendí mucho de ella!. Ojalá algún día pueda ser la mitad de profesora que es ella.
En definitiva, ahora estoy mucho más segura de dedicarme a la educación ya que esta experiencia me ha permitido afirmar que esta profesión es por vocación, y desde luego yo, siempre la he tenido.
Gracias Judith, Karen y demás docentes por haberme hecho sentir cómoda y disfrutar de esta magnífica, inolvidable y espectacular experiencia.
Asimismo, gracias Masterclass por ofrecerme esta gran y excelente oportunidad y al mismo tiempo procurar que todo siempre estuviera bien.
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