Era una semana plagada de exámenes, y a mis compañeros y a mí nos sacaron de clase para darnos una charla, charla que me cambió la vida. No pensé que tuviese la suerte de poder estar entre los cincuenta seleccionados, pero gracias a eso experimenté una increíble jornada en la que tengo el honor de participar.
Antes de contaros mi día como odontóloga, quería agradecer a todo el equipo de Canary Talent por hacer posible esta experiencia. Me ha servido para tomar una decisión que posiblemente marcará mi futuro y espero que se acerque a ese Ikigai que tanto buscamos. Siempre se han portado genial con todos los participantes y compañeros que han compartido esta oportunidad conmigo, y gracias por ser tan atentos y por haber hecho posible mi encuentro con mi mentora.

Mi día asignado se desenvolvió sin ningún percance, y lo disfruté al máximo. Pasé gran parte de la jornada con Carolina Concepción, mi mentora. Me enseñó cómo es la vida de un odontólogo en su día a día, y respondió con mucho entusiasmo todas mis largas y extensas preguntas, que no eran pocas. Aparte de mostrarme la parte técnica de la profesión (tanto quitar aparatos y hacer empastes como todo el pensamiento y el conocimiento que se necesita para ello), me mostró la empatía que ella y los que trabajan con ella tienen con sus pacientes. Me enseñó la satisfacción de hacer un buen trabajo, y de las sonrisas de los pacientes cuando obtenían lo que querían con sus sonrisas ahora perfectas, sonrisas que te iluminan el día y que transmiten su felicidad. Y también me transmitió todo lo bueno y lo malo de su trabajo, aunque a mi parecer no hay ningún inconveniente.

No solo estuve con ella sino también con su maravilloso equipo. Disfruté de la experiencia completa. Observé el trabajo de las higienistas, de Ana y Lucía, y me informé más sobre su tarea y su relación con los odontólogos. Pasé parte de la jornada con otro dentista, Alejandro, el cual se está especializando en una parte de la odontología que me llama mucho, la endodoncia, y lo disfruté mucho con él y el higienista. Todo su equipo presente fue encantador, incluida la maravillosa gerente de la clínica (junto a Carolina), la cual fue la mentora que estuvo presente el día de la presentación. Me ayudaron con todas mis dudas y mis inquietudes, y no dejé ni una sola pregunta por preguntar. Me informé de todo, y ahora tengo más claras mis opciones. Me hubiese gustado ver otras especialidades que despiertan mi curiosidad, como la cirugía maxilobucal o la estética, especialidades practicadas por otros dentistas que trabajan con mi mentora. Pero me ofrecieron volver otros días para seguir aprendiendo y ver todo lo que me faltó ver, ya que en un día es muy difícil ver todos los aspectos de una profesión, y más una que está en el ámbito sanitario y que trata con pacientes de todas las edades.

Fue un día fascinante y creé nuevos momentos y recuerdos inolvidables. Los pacientes me acogían sin problemas y sin vergüenza, más bien encantados de que aprendiese de mi maravillosa mentora, y que me formase en una profesión de la rama sanitaria. Dejaron verme
cómo realizaban múltiples empastes y les quitaban el sarro con las limpiezas. Otros pacientes, los cuales nunca antes habían estado con Carolina, me dejaron atender sin ninguna objeción a la explicación que les daba mi mentora sobre su futuro tratamiento, y cómo con una máquina les hacían una exploración completa en 3D, para luego ver sus bocas en realidad virtual.
Al ser una clínica cuya dentista está especializada en odontopediatría, múltiples pacientes eran niños. Con sus sonrisas iluminaban la sala, después de que les arreglasen algún diente roto tras caerse de la bicicleta, hecho más común de lo que esperamos, y que uno aprende tras pasar una jornada como dentista. Sin olvidarse de los niños asustados que llegaban con miedo a la clínica, niños que con voces tranquilas se llegaban a calmar. Me enseñaron cómo hacerlo, y la paciencia que se necesita para tratar a las generaciones futuras.
Resumiendo, Canarias Masterclass me ha permitido disfrutar de lo que espero que sea mi futura profesión, y no miento cuando digo que ha sido un día inolvidable, y les estaré eternamente agradecida. Espero que esta experiencia la puedan vivir muchos jóvenes más, y que estén tan entusiasmados como yo lo estoy, y con muchas ganas de aprender