Desde hace un año sabía de la existencia de este proyecto y, de hecho, el año pasado se lo comenté a una amiga y resultó ganadora de la edición anterior, pero yo en cambio tenía que esperar un año más. Por lo tanto, en cuanto salió me apunté, sin mucha esperanza de ganar debido a la gran cantidad de personas que se estaban presentando.
Una vez pasaban los meses, iba pasando de fases y no me lo creía hasta que finalmente resulté uno de los seleccionados, algo increíble ya que, a pesar de no ser a lo mejor un ‘’coco’’ en todas las asignaturas como muchos de mis compañeros ganadores, significaba que también el jurado tenía en cuenta otros tipos de inteligencia como la creatividad o la imaginación, que es en lo que yo destaco.

El día de la presentación pude conocer a Rubén, CEO y productor de Amuse en Gran Canaria
(antes Birdland). Esta empresa de animación trabaja en colaboración con otros países como
Francia donde tiene su sede principal, por lo que también pude ver lo que es trabajar en un
ámbito más internacional.
El 17 de junio puse rumbo a Infecar, donde se encuentran las oficinas de Amuse. Allí, Rubén me recibió y me presentó al resto del equipo y me dejó con ellos, ya que él al ser el productor no hacía todas las labores que a mi me interesaba ver, que en este caso era la animación. Por ello, decidió dejarme en manos de uno de sus supervisores para que me explicara todo desde dentro. Este hecho me encantó ya que, al fin y al cabo pude conocer la empresa de primera mano y desde la perspectiva de los trabajadores.
Pude ver todos los sectores en los que trabajaban, no solo el de la animación. Esto es algo que enriqueció mucho la visita ya que me permitió ver todo el equipo que trabaja para sacar una serie animada adelante: marketing, animadores, modelado 3D, concept art, informática, software…

Al fin y al cabo pude comprobar que, en este caso, es un trabajo de equipo totalmente, ya que todo lo que se produzca depende de distintos sectores y si no hay comunicación entre ellos el trabajo no sale adelante.
Una vez hecho el tour por las oficinas, Rubén me llevó a una reunión que tenía con el CEO del equipo de animación y pude ver en primicia el Animatic de una serie que van a sacar próximamente.
Esto también fue muy enriquecedor para mí porque pude ver como se trabaja en la empresa entre productores y trabajadores. Como dije antes, es un trabajo de equipo y en todo momento en la reunión se propusieron ideas de cambios o mejoras, pero en ningún momento se obligaba a cambiar, si no que Rubén proponía lo que se podría mejorar y el animador también dejaba claro sus ideas y si sería viable para el equipo hacerlo. Por lo tanto, este rasgo de la empresa me gustó bastante porque se podía ver que a pesar de tener distintos cargos, todas las opiniones estaban al mismo nivel.
Además en la reunión pude ver como solucionaban los problemas de manera muy rápida y económica. La cuestión era que estaban elaborando una serie infantil que tenía canciones muy populares en España. El animatic que se había hecho era para la versión inglesa y cuando se ponía la canción en español no concordaba lo que se veía con la letra. Por ello, tenían que rehacer o cambiar algunas escenas, pero sin crear nuevas, ya que suponía un elevado coste de trabajo y dinero.

Al final, en un momento lograron con unas pequeñas modificaciones que la animación tuviera sentido, lo que me pareció fascinante. Cuando acabó la reunión me quedé con los animadores, en concreto con Sonia. Ella estaba especializada en el modelado 3D y llevaba un año trabajando en la empresa, ya que era italiana. Me explico las distintas aplicaciones que usaba y me enseñó algunas animaciones que tenían hechas, diseños de personajes… y también pude ver una herramienta que tiene la propia empresa y que sirve como canal entre ellos, ya que ahí estaba subido todo lo necesario y ordenado por series, por lo tanto si alguien necesitaba un paquete de texturas, un modelo 3D o cualquier cosa que se hubiera creado en Amuse podía entrar en esa gran nube digital y acceder a ello. Todo esto lo había creado el chico que llevaba el software de la empresa y cada día lo mejoraba y modificaba, lo que me pareció increíble. Otra cosa curiosa que sucedió es que se fue la luz. Que esto pase en una empresa en la que se trabaja todo digital es una tragedia, ya que se puede perder el trabajo de muchas horas si no has podido guardar. Fue curioso ver las reacciones de los trabajadores y como solucionaron todo rápidamente a pesar de las adversidades.

Cuando me despedí, todos me desearon mucha suerte y me sugirieron buscarles en LinkedIn cuando hubiera acabado mis estudios, ya que teniendo distintos contactos en el sector era más fácil conseguir trabajo, aunque yo espero que en algún momento de mi vida pueda trabajar en Amuse, ya que la forma de trabajar, el trato entre compañeros y jefes y las producciones que realizaban me pareció increíble.
En definitiva, fue una experiencia inolvidable que hizo que estuviera aún más seguro de que quiero estudiar animación y dedicar el resto de mi vida a ello.