Mi día comenzó a las 6 de la mañana, para reunirme sobre las 8 con Jon, vicedirector comercial, pero 10 minutos antes, yo ya estaba en recepción de Cajasiete preguntando por él. Me crearon una tarjeta de invitados para estar monitorizado en todo momento en caso de cualquier problema y a las 8 en punto, como habíamos acordado nos reunimos.
En primer lugar, me acompañó hasta su oficina, donde me trajo una silla para acompañarle durante todo el día. Una vez allí Jon empezó a explicarme cómo funcionaba una entidad financiera, tanto en un banco como en cualquier empresa, sus pilares fundamentales y para que servía cada cosa, una vez lo dejó claro me acompañó a ver parte de las instalaciones, donde hablaría con los encargados gubernamentales y de empresa, además del director de banca privada. Después me invitó a un cortado, y me siguió mostrando más pisos, como la zona de deudores, de riesgos y contabilidad.
A las 9 por un imprevisto, Jon me dejó hablando con los encargados gubernamentales y me explicaron con amabilidad todo a lo que se dedicaban, como lo hacían y por qué, dejándome una idea clara de la estructura y las cosas a las que se dedicaban. Después, hablé con la encargada de la parte de empresa, y me estuvo explicando también de forma concisa y clara todo lo que podían hacer por empresas, y cómo ellos como otra empresa que son, resolvían sus necesidades a veces incluso con ayuda de otros bancos. Jon me recogió y fuimos a hablar con más de sus compañeros, cada uno aportando información específica mientras que Jon me explicaba de forma más general lo que ocurría en esa zona del edificio.
Más tarde Jon me invitó a una reunión viendo cómo funciona su trabajo por dentro, y dejando ver un día a día en su vida. Para más tarde seguir mostrándome instalaciones. Nos encontramos alrededor de las 12 y todo me encantaba, estaba superando mis expectativas de sobra, se me había ido el tiempo volando, Jon al ver la hora me dejó 20 minutos de descanso en un office para que pudiese desayunar, pero yo no podía parar de pensar en todas las cosas que estaba viendo, y en la suerte que he tenido de participar en este proyecto, así que a la que desayunaba apunté en la libreta
varias preguntas que ya tenía preparadas en el teléfono, ya que no quería desperdiciar ni un segundo de esta experiencia. Le escribí también algunas que me fueron surgiendo a lo largo del día. A los 15 minutos subí hasta su oficina y le hice todas las preguntas que pude, aprendiendo mucho de ese trabajo, lo que sacrifican, lo que obtienen a cambio, y cómo es el pensamiento de una persona que se dedica a ello, que estaba tan bien amueblada que sentía que aprendía de cada palabra.
Un poco apurados, después de varias de las preguntas nos unimos a otra reunión. Tras eso, estuvimos haciendo un poco más de trabajo, y observé como analizaba los proyectos que les ofrecían. Ya casi a punto de acabar me dejó un poco de libertad mientras el trataba otra reunión y hablé con Gaspar, que se encargaba de la banca privada, me estuvo mostrando como invertían el dinero, el mundo de la bolsa, su experiencia personal y aconsejándome en muchos aspectos y más tarde hablé con Eduardo, en la misma planta que Jon y basándose en un aspecto más tecnológico
por su afán a ella, en una primera instancia felicitándome y luego compartiendo vivencias, hablando de páginas y diseños web, de bancos y monederos online, de los pagos por internet y políticas europeas. Me dio su contacto y me junté de nuevo con Jon, que estaba revisando correos que tenía pendientes. Finalmente, y 2 horas después de la hora prevista de mi ida me fui, despidiéndome de Jon intentando agradecerle por el día que había vivido y con todo lo que había aprendido.
De esta experiencia me quedo con conceptos e ideas que desde luego veré a lo largo de mi carrera universitaria y emprendedora, el asombroso trato que se tenían entre ellos con un ambiente muy amigable y cercano de todos con todos, algo muy importante en el interior de una empresa, y desde luego me quedo con Jennifer, Diego, Gaspar, Cristo, Miguel Ángel, Marta, Alexis, Dácil, Santiago, Aníbal, Nuria, Eduardo y muchas más personas que conocí, pero sobre todo con Jon, una persona carismática, optimista, centrada y seria, con una mente muy bien organizada y unas ideas increíbles, todos aportaron sus conocimientos y me motivaron dando sus experiencias, puntos de vista y explicando su trabajo. Si pensaba que me gustaba el trabajo, el día de mentorización, descubrí que es mi pasión, y estoy seguro que quiero dedicar mi vida a este sector.
Las 8 horas se me pasaron como si fueran minutos. Solamente me queda agradecer una vez más por todo lo que hicieron por mí, y desde luego me acordaré de este día para toda mi vida.
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