Experiencia Canarias Masterclass con el Dr. Vargas y el Dr. Padrón

Mi día de mentorización fue totalmente inolvidable y digno de recordar, sin duda me ha servido para conocer más profundamente el ámbito de trabajo al que me dedicaré en un futuro y me ha ayudado a reafirmar el deseo de convertirme en una gran profesional en el ámbito de la medicina.

Llegué a Hospiten y allí me recibió el doctor Manolo Vargas, junto a su compañero de trabajo el doctor Padrón Encalada, ambos cardiólogos intervencionistas increíblemente profesionales y dignos de admiración. Allí me mostraron imágenes de casos curiosos recientes, como un paciente que presentaba situs inversus en su corazón e hígado. Ese caso en específico me dejó completamente fascinada, pues no es muy frecuente y verlo en persona, frente a mis ojos, me hizo comprender que lo que estaba viviendo era real, que mi futuro en algún momento será similar a todo esto. Tras charlar con otros médicos y personal del hospital llegó la paciente que esperábamos, pude hablar tanto con ella como con sus familiares y al mismo tiempo observar cómo el doctor Vargas se encargaba de tranquilizar y explicar el procedimiento que se iba a realizar en la paciente, un cateterismo para comprobar que sus arterias coronarias no presentaban excesos de colesterol o algún otro problema. Tras conocer a la familia de la paciente fuimos al lugar donde se llevaría a cabo el procedimiento, una sala de hemodinámica. Allí el doctor Vargas se encargó de realizar el procedimiento en sí y yo pude observar la intervención al completo al mismo tiempo que el doctor Padrón me explicaba el significado de las imágenes que se mostraban del corazón y las arterias, además de un electrocardiograma que se había impreso previo a la llegada de la paciente. Además,
allí pude observar el importante trabajo que realizan los enfermeros y enfermeras y pude hablar también con algunas enfermeras que asistieron la intervención. Fue un gran alivio comprobar que la paciente presentaba unas arterias coronarias en perfecto estado y poder darle esa buena noticia tanto a ella como a su familia, algo verdaderamente emocionante y que me hizo sentir aún más ilusionada de poder ayudar de esa manera a las personas en un futuro. Finalmente, tras charlar de nuevo con la familia y darle el alta fue momento de despedirse, no sin antes agradecer esta memorable experiencia que me acompañará a lo largo de mis años de estudio y de aprendizaje como profesional.

Agradezco enormemente haber tenido tal oportunidad para experimentar de primera mano lo que será mi futuro y no puedo esperar a comenzar estos años de estudio y de
aprendizaje, hasta llegar a convertirme en una gran profesional y poder ayudar a personas como la paciente que pude conocer hoy. Tras esta experiencia empezaré la carrera con más ganas que nunca, sabiendo que esta es mi verdadera vocación y a lo que me dedicaré el resto de mi vida, cada día con el mismo aprecio y pasión que he sentido hoy.