Según William Shakespeare, “sabemos lo que somos pero no lo que podemos llegar a ser”. Desde el primer día que nombraron el proyecto Canarias Masterclass me fascinó y nunca me imaginé el nivel de felicidad que iba a brindarme. Tuve una gran suerte y me convertí en una de los 50 afortunados en poder vivir esta experiencia.
El 12 de junio, en el puerto de Los Cristianos, comenzó mi día de mentorización. Con mi mentor, Miguel Martín, tuve la oportunidad de conocer la compañía Fred Olsen Express. En la primera parada fuimos al barco Bencomo Express, subimos al puente de mano y el capitán y el jefe de máquinas me explicaron el funcionamiento general del barco. También pude visitar la sala de máquinas.
Posteriormente, fuimos a las oficinas de la empresa donde tuve el placer de conocer a Pilar y estuvimos esperando la llegada del trimarán Benchijigua Express para ir a la Gomera. Cuando arribó, me dieron la bienvenida el capitán, Erik, el primer oficial, Víctor, y el jefe de máquinas, Pancracio. Estuvimos en el puente de mando donde aprendí otras muchas cosas más, como por ejemplo, cómo se coloca la carga en el garaje.
Posteriormente, continuamos por las salas de máquinas en las que Miguel Martín me iba enseñando
detalle a detalle cómo está comprendida la maquinaria del trimarán, quedando integrada principalmente por cuatro motores, otros dos motores auxiliares que proporcionan la electricidad básica a la embarcación y tres hélices, siendo dos de ellas direccionables.
Por último, estuvimos en el catamarán Benchi Express, haciendo una breve visita al puente de mando y a la sala de máquinas. A su vez, visitamos la oficina del puerto de San Sebastián de La Gomera, donde nos recibió César, quien me contó detalles muy interesantes del catamarán Benchijigua Express.
Finalmente, terminamos el día con el viaje de vuelta a Tenerife. Tras contar mi experiencia, les animo a que nunca dejen luchar por las ilusiones y sus sueños. Quiero agradecer a Canarias Masterclass por haber fundado este precioso proyecto y, también, a todas esas personas que conocí y me trataron como una más. Gracias a mi mentor, Miguel Martín, por tratarme como a una hija desde el primer momento
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