Simplemente maravillosa la experiencia vivida el jueves 22 de junio de 2022. Sin duda, un día para recordar y que será marcado como el inicio de mi carrera profesional, pues he podido comprobar en primera persona lo que de verdad me fascina y me intriga a estudiar, investigar y ser partícipe.

Tras preparar todo lo necesario para el viaje me embarqué en el que sería también el primer vuelo que realizaba
solo, lo que añadía aún más emoción al asunto. Tras el aterrizaje, ya mis dos compañeros de Tenerife, Iker y Yesenia, al igual que nuestro mentor, Alejandro, me estaban esperando a la salida. Después de los saludos pertinentes, nos subimos al coche y pusimos rumbo a ADM Tech, empresa creada por BINTER encargada del diseño, fabricación y mantenimiento de piezas aeronáuticas (justo lo que deseaba ver).

El paseo por la empresa comenzó en las oficinas, lugar dónde surgen las ideas, los contratos, las discusiones y se pone en marcha el proceso de creación. Lugar en el que se encuentran los departamentos de diseño, producción, recursos humanos, responsable comercial, el gerente…donde se respira un ambiente de trabajo en equipo y de cooperación. Alejandro nos explicaba que era muy común ver cómo se comunicaban entre sí los diferentes departamentos para llegar a conseguir un producto final exitoso.

Finalizada la expedición a las oficinas, nos movimos a la sala de reuniones donde nuestro mentor nos enseñó y explicó diversos avances y nuevas tecnologías que encontró en la Aircraft Interiors Expo Hamburgo 2022 (a la que había ido recientemente como representante de ADM Tech) dentro del sector aeronáutico. La experiencia estaba siendo increíble, no obstante, aún no había visto ninguna maquinaria ni proceso de producción en directo, algo por lo que estaba ansioso de ver. Por suerte, esa era la siguiente parada. Bajamos las escaleras hasta la planta baja, lugar destinado a los materiales, piezas en reparación, salas con distintos fines y máquinas…sí, máquinas increíbles con las que me quedaba embobado viendo cómo funcionaban.
Alejandro hizo de guía por todos los rincones de la planta, explicando con ejemplos cada uno de los elementos y trastos que nos encontrábamos, siempre terminando con un “…cuando vuelen de vuelta a casa, fíjense en esta parte del avión y verán como…”. Si es verdad que no había tantas máquinas como me hubiese gustado, pero aún así fue increíble verlas funcionar.

A lo largo del día, te das cuenta de la importancia de la cooperación y la disciplina en el trabajo. Cómo el error de uno perjudica al resto, y cómo las competencias individuales de cada integrante se juntan para realizar un trabajo excepcional. A ello hay que añadir, como dice Alejandro, el sentido común y la experiencia, que sin duda son factores relevantes que ayudan a salir de situaciones complicadas.
En resumen, el día fue inmejorable, superando cualquier expectativa y despertando en mi interior ese ansia de empezar cuanto antes a formar parte del mundo aeronáutico y aeroespacial. Me fui con una idea de lo que quería estudiar y regresé sabiendo a lo que me quiero dedicar el día de mañana por el resto de mi vida: ingeniería aeroespacial.