Los estudiantes seleccionados de la segunda edición de Canarias Masterclass han podido conocer a los que serán sus mentores y durante el mes de mayo compartirán con ellos una jornada laboral.

En dos eventos celebrados en Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife, los 50 ganadores por fin se conocieron entre ellos y se produjo el primer acercamiento de los alumnos con sus mentores.

El presidente de Canary Talent, Enrique Areilza, presentó los resultados de la edición y habló sobre las áreas de conocimiento que interesan a los estudiantes. Destacan las ciencias sociales (economía, derecho, turismo, política y periodismo), seguidas de las relacionadas con el arte (cine, publicidad, moda o literatura), las ciencias puras (física, química y matemáticas), las ciencias aplicadas (ingeniería, arquitectura) y finamente las relacionadas con la salud (medicina y educación física). Este año hay más chicas que chicos, 27 frente a 23, todos ellos estudiantes de Bachillerato.

Los eventos contaron con la intervención de dos jóvenes canarios que son el claro ejemplo de que no es necesario salir de Canarias para triunfar profesionalmente. Darwin Castro (@dcastro386) MVP de Microsoft y socio de Ancadia Systems, demostró que si mezclamos las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías con las ventajas de vivir en el archipiélago, se crea el entorno perfecto para emprender. Deepak Daswani (@dipudaswani) explicó a los asistentes qué es realmente un hacker, e incluso realizó una demostración en directo. Su enseñanza fue que para ser un hacker de nuestra propia vida, sólo hace falta curiosidad, trabajo y constancia.

Los ganadores han tenido que pasar por un proceso de selección en el que participaron casi 800 estudiantes de todas las islas.

Superaron tests psicotécnicos de personalidad, razonamiento e intereses vocacionales, grabaron un vídeo de presentación de dos minutos, y sus candidaturas fueron analizadas por un jurado experto. De los cerca de 800 inscritos, sólo 50 podían formar parte del proyecto, y una vez elegidos, el primer paso ha sido el encuentro con sus mentores.

Ahora, cada estudiante tiene la oportunidad de compartir una jornada laboral con un profesional de prestigio del sector en el que está interesado, y confirmar así, si la carrera que tiene pensada elegir es la adecuada. Las expectativas pueden ser poco realistas y conocer de cerca cómo será su trabajo en el futuro les ayudará a tomar la mejor decisión.